Si te falta algún diente, evitar que tu boca sufra es mucho más rápido de lo que crees. Y no duele
Los implantes son raíces artificiales para reponer las piezas dentales que faltan. Para colocarlos se utiliza una guía quirúrgica que permite colocar el implante en la posición tridimensional idónea y así, favorecer la osteointegración y la posterior instalación de la prótesis de la manera más adecuada.
Reduce el tiempo de espera hasta tener tu diente. Cuando vamos a realizar la extracción de una pieza dental y, siempre que la anatomía ósea nos lo permita, es posible colocarte inmediatamente un implante en el alveolo que ha quedado vacío.
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Carga inmediata
En función de las características de cada caso, podemos realizar el tratamiento completo en un día. Muchas veces es posible colocar en ese mismo momento la nueva corona (diente) o prótesis dentales. Esto tiene grandes ventajas, por ejemplo, como que se reduce el número de visitas, se logra una mejor adaptación de la encía y se evita el uso de prótesis “de poner y quitar”.
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Implantes dentales diferidos
Este es el implante convencional. Primero te realizamos la extracción del diente y tras un período de cicatrización (aproximadamente de 40 días) se coloca el implante. Utilizamos una prótesis transitoria hasta que la cicatrización permite colocar la prótesis fija o removible (entre 2 – 6 meses). En ningún momento tendrás que ir sin dientes, para que puedas seguir con tu vida de forma cómoda y sin complejos.
Colocación del implante mediante cirugía en el espacio donde se necesita actuar.
Colocación del diente sobre el implante
Osteointegración. Integración del implante en el hueso del maxilar o la mandíbula. La duración depende de cada caso y/o situación previa al tratamiento.
Colocación de la prótesis (dientes)
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Seguimiento de la evolución
Es importante mantener un control periódico de la evolución de los implantes para prevenir futuros problemas. Por ello, en tus revisiones dentales seguiremos actualizando datos sobre tus dientes e implantes.
Los implantes dentales, del mismo modo que tus dientes naturales, requieren de tu cuidado y el de tu profesional de confianza. Debes seguir las pautas de higiene diaria de tu dentista para que tu tratamiento tenga un mejor pronóstico a largo plazo.
Conoce las ventajas que ofrecen los implantes dentales cuando se ha perdido alguna pieza dental:
Recuperarás la funcionalidad
Los implantes dentales sustituyen a las piezas perdidas recuperando la funcionalidad para masticar y hablar, mejorando muy notablemente tu calidad de vida.
Mejorarás la estética de tu boca
Gracias al empleo de los nuevos materiales con los que creamos la corona, podemos recrear con gran realismo una dentadura fija y recuperarás tu sonrisa con unos resultados estéticos excelentes en todos los casos.
Reduce la pérdida ósea
Cuando se ha producido la pérdida de una o más piezas dentales, comienza un proceso progresivo de pérdida de masa ósea en el lugar donde antes estaba el diente. Gracias a los implantes dentales y a las técnicas de preservación y/o regeneración, se disminuye esta pérdida ósea.
Fácil adaptación
La unión entre el hueso y el implante de titanio (osteointegración) es tan fuerte que la sensación al masticar es similar a la del diente natural. Ya que muchos pacientes presentan cierta dificultad a la hora de adaptarse a una prótesis removible (unos dientes de poner y quitar), la prótesis fija sobre implantes mejora su calidad de vida.
Evita daños en otras piezas
No hay que tallar los dientes contiguos porque al estar la prótesis unida al hueso, evitamos el daño estructural de las piezas adyacentes.
Casos reales
Casos antes y después implantes dentales realizados a nuestros pacientes
Desliza la flecha para ver el antes y el después
AntesDespués
AntesDespués
AntesDespués
AntesDespués
Las enfermedades bucodentales pueden convertirse en un obstáculo importante para disfrutar de una vida saludable.
Es normal que tengas dudas, por eso hemos recogido aquí algunas respuestas a las preguntas que más nos plantean nuestros pacientes, porque puede que a ti también te sirvan de ayuda. Si después sigues teniendo alguna sin resolver, llámanos.
Prácticamente, en cualquier caso. Hoy en día, y gracias a los avances e innovación de los últimos años, podemos decir que se pueden colocar implantes dentales en cualquier persona. Incluso en los casos en los que el paciente disponga de poco hueso, o el que tenga sea de mala calidad, puede mejorarse el estado previamente realizando un injerto óseo. Naturalmente pueden existir variaciones en la técnica a emplear. En cualquier caso, la valoración del implantólogo y la realización de un diagnóstico completo son la mejor garantía para lograr el éxito en el procedimiento.
Los implantes dentales se componen de tres partes:
Cuerpo: es lo que se conoce popularmente como el tornillo. Esta parte es la que se inserta en el hueso, cumpliendo la función de raíz del nuevo diente y sirviendo de punto de anclaje para la corona que imita al diente natural.
Pilar: es la pieza que sirve de unión entre el cuerpo y la corona y que asegura la estabilidad de la prótesis sobre el implante.
Corona: es la pieza que se diseña y fabrica a imitación del diente natural. Es la parte que queda visible del implante, y que aporta la estética y funcionalidad a toda la restauración.
Los implantes dentales pueden sustituir una o más piezas dentales. La gran ventaja que ofrecen, sobre todo frente a otras alternativas como son los puentes o las prótesis removibles, es que ofrecen una alta estética, proporcionan excelente función, y además ofrecen un gran confort y adaptabilidad al paciente.
Desde que se realiza la primera visita y se lleva a cabo la valoración completa hasta que se coloca la prótesis o corona definitiva, la duración de un tratamiento con implantes puede oscilar entre 1 día y 6 meses. Esta duración va a depender de cada caso en concreto. La exploración y valoración personalizada de uno de nuestros implantólogos especializados nos permitirá hacer una planificación adecuada y determinar el tiempo que va a durar todo el proceso. Dependiendo de las necesidades y deseos de cada paciente, y de la exploración inicial en consulta, el implantólogo recomendará una u otra técnica. No todos los pacientes requieren del mismo procedimiento. En ocasiones, puede ser necesario realizar una cirugía previa que garantice la solidez del hueso, como es el injerto óseo o la elevación de seno. En estos casos, el proceso va a requerir de más tiempo, ya que primero hay que asegurar el «terreno» para que pueda recibir los «cimientos».
La osteointegración es el proceso por el cual el implante queda integrado en el hueso del paciente. Este proceso suele durar aproximadamente 3 meses, aunque depende de las características y hábitos del paciente. En ocasiones, y cuando el hueso no es de mucha calidad, puede ser necesario recomendar un trabajo adicional que garantice una osteointegración completa y la estabilidad futura del implante.
La carga inmediata es un grupo de procedimientos que nos permiten colocar una corona provisional en el mismo momento en que se realiza la cirugía para instalar el implante. Esta corona provisional permite al paciente lograr una buena estética y funcionalidad hasta que pueda colocarse la corona definitiva, cuando el implante esté completamente osteointegrado (3 meses aproximadamente)
La cirugía guiada por ordenador para la colocación de implantes permite alcanzar una máxima precisión para ubicar el implante en la posición escogida, obteniéndose un resultado más predecible y una tasa de éxito mayor. Además, con esta técnica, la cirugía puede ser menos invasiva en ocasiones, reduciendo las molestias para el paciente y favoreciendo una cicatrización más rápida.
En la actualidad, el material más empleado en la fabricación del implante es el titanio, que ofrece unas excelentes características: es resistente, fácil de moldear, es ligero y además es biocompatible, es decir, se integra bien en el hueso, haciendo que el organismo lo acepte.
Además del titanio, existen otros materiales que están comenzando a popularizarse, como es el caso del zirconio, que ofrece características similares a las que ofrece el titanio. Puede aplicarse para los pilares o las coronas.
Los implantes dentales están concebidos para ser un tratamiento definitivo. Esto implica que no existe una fecha de caducidad ni se estima una vida útil determinada. Al respecto, y según diversos estudios realizados, cerca del 90% de los implantes realizados hace 10 años siguen manteniendo su funcionalidad. No obstante, conviene tener en cuenta que existen factores que van a influir en el largo plazo y en la consecución de un buen resultado:
El cuidado posterior y los hábitos de higiene del paciente
La presencia pasada o futura de problemas locales (periodontitis) o generales (tabaco, diabetes…)
La calidad del hueso y las propias características anatómicas del paciente
La calidad de los materiales en los que estén elaboradas las distintas piezas que componen el implante
Los años de experiencia y el dominio de la técnica que tenga el implantólogo que va a llevar a cabo el procedimiento
La mejor manera de lograr una durabilidad y funcionalidad correctas a lo largo del tiempo es practicar una higiene diaria correcta y realizar un seguimiento periódico de cada caso. En este sentido, en los CDTL recalcamos la importancia de acudir a las revisiones periódicas para garantizar que el implante sigue estando en óptimas condiciones y localizar los posibles problemas «cuanto antes, mejor».
Para lograr un tratamiento exitoso, conviene seguir las recomendaciones del implantólogo que va a llevar a cabo el tratamiento. En términos generales, las recomendaciones son:
antes de comenzar con el tratamiento, es importante que mantengamos una correcta higiene dental y una boca «saneada».
durante el proceso de osteointegración, y después de la cirugía en la que se colocan los implantes, deben de seguirse una serie de cuidados post operatorios para minimizar el riesgo de infección.
después de la colocación de la corona, es importante mantener una correcta higiene bucodental, realizando el cepillado de forma conveniente y ayudándonos, cuando sea recomendable, de irrigadores para limpiar en profundidad los posibles recovecos a los que se difícil llegar con el cepillo de dientes. También es importante acudir a consulta para realizar las revisiones necesarias, que van a garantizar la buena evolución del tratamiento.