¿Tienes una urgencia dental?
Comentábamos en nuestra entrada anterior que la mayoría de las urgencias dentales no son tan severas como otras urgencias médicas. El dolor intenso es lo más preocupante, pero no entrañan riesgo para la salud.
La solución siempre está en el dentista, pero te damos algunos consejos por si no puedes acudir a la clínica inmediatamente.
Si tienes dolor dental
Puede significar caries, enfermedad periodontal o síntomas de bruxismo. Es muy importante una exploración completa en el dentista para identificar la raíz del dolor dental y prescribir el mejor tratamiento.
A corto plazo, el mejor modo de reducir la inflamación es el método 3-3-3: tres antiinflamatorios, tres veces al día, durante tres días. Al controlar la inflamación se reduce el dolor.
Si se rompe, agrieta o astilla un diente
Si no te duele ya tenemos algo ganado. En la mayoría de las ocasiones no hay dolor, aunque es normal experimentar mayor sensibilidad al frío y al calor.
Ante una pequeña grieta se podrá hacer un empaste, pero si es una rotura grande, necesitarás una corona. Cuando la grieta es a lo largo de todo el diente, será necesaria una extracción y después colocar un implante.
Cuando llames a la clínica dental indícales todos los detalles que puedas, así prepararán mejor tu cita. Puedes decirles si: “se rompió la cúspide”, “se partió la mitad del diente” o “se cayó un empaste”. Si puedes enviar una foto por email o por whatsapp, mucho mejor.
Comida atrapada entre los dientes
Cuando un resto de comida, semillas o palomitas de maíz se queda atrapado entre los dientes o entre el diente y la encía, nuestro cuerpo reacciona de forma natural y lo ataca causando una inflamación y dolor en el área.
Utiliza seda dental para expulsar el resto. Cuando este resto es el causante del dolor, pasar la seda lo aliviará inmediatamente.
Si te ocurre muy a menudo, quizá necesites conseguir más espacio entre los dientes para que los restos no se puedan volver a quedar ahí, y resolver así el problema a largo plazo,
Cortes o quemaduras en la lengua
La lengua es muy resistente, pero cuando se lesiona se inflama y duele muchísimo. Haz que te la miren tan pronto como sea posible, aunque parezca menor, las lesiones se pueden infectar. Además te impedirá hablar bien y te costará comer.
Hasta que llegues a tu cita con el dentista puedes chupar un cubito de hielo. ¡No te lo dejes «puesto» sobre la lengua que se te puede quedar pegado!
Proceso post-operatorio
Tras una cirugía dental, durante el proceso post-operatorio puede aparecer dolor, hinchazón, un hematoma e incluso fiebre. Son síntomas completamente normales, aunque es recomendable no realizar trabajo o ejercicio físico importante durante unos días.
Un absceso en las encías
Es como es como un granito amarillo, rojo, o blanquecino en la encía. Puede indicar una infección en el diente o en la encía, lo que significa que necesitarás una endodoncia o una extracción. En algunos casos será necesario antibiótico y hacer una radiografía.
Acude al dentista inmediatamente, ¡y sobre todo no se te ocurra abrirlo como una espinilla!
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